Parasitosis intestinales en perros y gatos
Pautas e higiene que reducen el riesgo de contagio
Teniendo en cuenta que muchos de los parásitos de nuestras mascotas son transmisibles a las personas (zoonosis), es recomendable tener en cuenta unas pautas de higiene que reducen el riesgo de contagio:
1º.- Practicar siempre una buena higiene personal: Lavarse las manos siempre antes de comer y/o después de haber tocado a nuestro perro o gato, no meter los animales en la cama ni dejar que nos chupen, etc.
2º.- Eliminar las heces de la mascota de forma regular para reducir la contaminación ambiental de las fases parasitarias infectantes. Deben tirarse a la basura (nunca al desagüe) para que se destruyan por acción del calor.
3º.- Minimizar la exposición de los niños a los ambientes potencialmente contaminados. Las arenas de los parques, playas, jardines y aguas no potables, se pueden considerar zonas de riesgo por lo que se debe evitar que nuestros hijos ingieran tierra o se lleven a la boca juguetes u otros objetos en las zonas de recreo abiertas donde hayan podido defecar perros o gatos. Los propietarios de mascotas deberán evitar el acceso de perros y gatos a las zonas de recreo destinadas a niños.
4º.- Lavar y desinfectar las verduras crudas antes de consumirlas. Muchas veces son portadoras de huevos de parásitos al ser regadas con aguas contaminadas.
Cierto colectivo de personas, por su condición, deberán extremar estas medidas ya que son especialmente susceptibles, como son: mujeres embarazadas, personas con infección con VIH, pacientes con tratamientos con quimioterapia, transplante de órganos o con tratamientos para enfermedades autoinmunes, diabéticos, ancianos, bebes y niños pequeños, personas con riesgos laborales específicos ( jardineros, agricultores, criadores, ganaderos, veterinarios…).
La desparasitación preventiva de perros y gatos es la mejor herramienta para evitar los riesgos de padecer estas zoonosis.
¿Como puedo saber si mi perro tiene parásitos?
Las infecciones patentes de todos los gusanos pueden identificarse mediante el examen fecal, exceptuando el caso de Dirofilaria immitis o gusano del corazón
en el que se examina una muestra de sangre.
La eliminación de huevos de parásitos en las heces por parte del animal fluctúa por lo que en ocasiones es necesario recoger las heces de varios días para su exámen.
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